El miedo a hablar en público está entre los más intimidantes para mucha gente.
La capacidad de enfrentarse a una audiencia y presentar diversos temas durante un tiempo determinado, manteniendo la confianza y la compostura, se considera una habilidad fundamental para la vida.
Los expertos y la mayoría de las personas coinciden en que hablar en público aporta muchos beneficios. Fomenta el carácter, aporta confianza, ayuda a organizar ideas y nos enseña a seguir horarios y a comunicar temas complejos a la vez que nos expresamos. Hablar ante una audiencia es una habilidad ampliamente aplicable que nos ayuda prácticamente en cualquier ámbito, académico o profesional, así que es importante que tus alumnos la dominen.
Pero la glosofobia, o el miedo a hablar en público, es real. Se necesita mucha confianza para enfrentarse a decenas de personas, especialmente para los jóvenes, que aún están desarrollando su autoconciencia y personalidad. La clave es no evitar hablar en público solo porque da miedo. Enfrentar ese temor es fundamental aquí, y los expertos recomiendan una aclimatación gradual y progresiva a través de la exposición continua. Para los estudiantes esto funciona muy bien debido a la flexibilidad de las mentes jóvenes.
Además de orientarles en vocabulario y temáticas, hay mucho que puedes hacer como docente para ayudarles a adquirir habilidades de oratoria que les servirán toda la vida.
Fomenta una cultura de aula positiva
Anima a tus estudiantes a encontrar ideas y temas que les interesen, para que hablar en público sea más fácil debido a su dominio y verdadera curiosidad. No rechaces ninguna idea de inmediato ni permitas que otros estudiantes se burlen de ella. Si un tema no es apropiado, explica claramente el motivo. Asimismo, fomenta el debate entre los estudiantes y explora la posibilidad de que las presentaciones sean en pareja. Esto es una excelente manera de aumentar la confianza, ya que dos presentadores se apoyan mutuamente y elevan su moral de inmediato.
Como señala Resilient Educator, las aulas positivas tienen un ambiente de apoyo y no amenazante donde los estudiantes se sienten libres de expresar ideas sin temor a represalias o burlas. Cuando se fomenta la participación y el pensamiento, hablar ante el público es mucho menos atemorizante que hacerlo en un entorno que ya de por sí es intimidante.
Fomenta las presentaciones en grupo
Arriba tocamos brevemente las presentaciones en conjunto, pero queremos centrarnos un poco más en ellas. El mayor problema al hablar en público es el efecto de “todas las miradas en mí”, lo cual instintivamente nos pone a la defensiva y muy conscientes de nosotros mismos. Es simplemente biología y evolución; a nadie le gusta sentirse expuesto o en el punto de mira. Al emparejar estudiantes para una presentación, ese miedo se reduce considerablemente. Y presentar en grupo es todavía más fácil. Aunque no sustituye las presentaciones individuales, que deben enseñarse, las presentaciones compartidas son muy útiles como parte del proceso de adaptación que mencionamos.
Además, las presentaciones grupales o compartidas fomentan el desarrollo de habilidades colaborativas. Los estudiantes preparan la presentación juntos y aprenden cómo asignar tareas, ya que cada uno cubre parte del temario. La gestión del tiempo es incluso más importante cuando hay varios presentadores, pero lo principal es que los alumnos aprenden de primera mano el valor del apoyo social y de apoyarse entre ellos. Y quién sabe, tal vez surjan nuevas amistades a partir de un proyecto así. Como docente, creemos que deberías fomentar las presentaciones grupales y usarlas como un muy buen paso intermedio en el camino hacia desenvolverse en público.
Deja que los estudiantes aprovechen la nueva tecnología
Tus estudiantes son nativos digitales, por decirlo de algún modo, y trabajar con dispositivos y plataformas conocidas puede ayudar a reducir los nervios. Si les pides que expongan frente a una audiencia únicamente con hojas de papel, eso puede aumentar su ansiedad. En vez de eso, recuerda que hablar en público no solo consiste en conocer el tema y pronunciar bien las palabras. Por supuesto, la claridad y la competencia cuentan, pero lo fundamental es mantener el interés del público. Lo más importante es mantener cautivada a la audiencia. Por eso, apoya a tus presentadores y permíteles usar herramientas como proyectores inteligentes y paneles interactivos para mostrar sus presentaciones de una forma inmediatamente más atractiva para ellos y su audiencia.
Esta también es una excelente oportunidad para que practiquen con herramientas como PowerPoint, que seguro usarán en el futuro como universitarios y luego como profesionales. PowerPoint existe al menos desde 1987 y es excelente para presentaciones en el aula. Los estudiantes pueden combinar texto, video, audio y animaciones para que sus presentaciones sean mucho más atractivas que solo exponer hablando. Con proyectores inteligentes y paneles interactivos, es fácil reflejar contenido desde teléfonos y tabletas en una pantalla grande, o usar almacenamiento en la nube para ejecutar presentaciones directamente desde internet. Claras, impactantes y completamente conectadas con todas las aplicaciones que necesitas para presentaciones ya incluidas, estas herramientas dan a los estudiantes plataformas para presentaciones interesantes y atractivas y les ayudan no solo a presentar mejor, sino a sentirse más cómodos y confiados usando tecnología con la que están familiarizados.