Aprendizaje activo 101
  • BenQ
  • 2021-01-25

¿Cuántas veces te has cruzado con el término "aprendizaje activo"? Se ha utilizado tanto en publicaciones que a menudo se confunde con otros términos similares como "aula invertida" y "aprendizaje combinado". ¿En qué se diferencian estas pedagogías? ¿Cuáles son las ventajas de cada modalidad?

Si trabajas en la academia o eres parte de una institución educativa y buscas preparar a tus egresados para las exigencias del mundo laboral actual, es crucial distinguir cada enfoque. Así podrás evaluar si tu pedagogía y plan de estudios actuales son adecuados para transmitir habilidades del siglo XXI.

A continuación, comentamos y diferenciamos brevemente cada una de estas modalidades de aprendizaje frecuentes en las escuelas.

Aprendizaje pasivo vs. aprendizaje activo

Seguramente muchos estudiantes están más familiarizados con el aprendizaje pasivo, un método donde el docente expone los temas en clase mientras el alumnado escucha y toma apuntes. El alumnado adquiere conocimiento leyendo el material proporcionado, revisando sus apuntes y memorizando los puntos clave. Su conocimiento suele evaluarse con exámenes estandarizados periódicos. Este tipo de pedagogía ofrece pocas oportunidades de tutoría cercana y retroalimentación, ya que suele aplicarse en clases grandes donde la proporción de estudiantes y profesorado es desproporcionada.

El aprendizaje activo es lo opuesto. Aquí, el alumnado asume un rol práctico. En lugar de que el docente solo exponga, se convierte en facilitador que guía durante la puesta en práctica de los conceptos aprendidos. En clase, los docentes involucran continuamente al alumnado, haciéndoles preguntas y proponiendo actividades que estimulan el pensamiento.1,2 Se anima al alumnado a plantear ideas por sí solo. Así, en vez de memorizar solo para aprobar un examen escrito, exploran de verdad los conceptos y comprenden sus conexiones lógicas.3 Esto les permite retener la información mucho más tiempo y también desarrollar habilidades del siglo XXI mediante actividades como análisis de datos, debates y dramatizaciones.

Este modo de aprendizaje, aplicado de manera habitual, también se vuelve una habilidad esencial del siglo XXI demandada por los empleadores.4 El aprendizaje activo, en este contexto, se convierte en un hábito en el que los alumnos buscan constantemente nuevas formas de ampliar su conocimiento estudiando y aplicando nuevos conceptos.

Aprendizaje pasivo: El maestro da una clase magistral mientras los estudiantes escuchan

Aprendizaje activo: Los estudiantes realizan un debate grupal sobre el tema

Aprendizaje sincrónico vs. asincrónico

Estos dos modos de aprendizaje son más directos. El aprendizaje sincrónico requiere que tanto los estudiantes como los docentes estén presentes en clase al mismo tiempo. Esto no necesariamente implica que estén físicamente en el mismo lugar. Los profesores y estudiantes también pueden realizar sesiones de aprendizaje sincrónico de manera remota a través de internet. La ventaja del aprendizaje sincrónico, especialmente bajo metodologías activas, es que los docentes pueden evaluar de inmediato la comprensión de sus estudiantes a través de actividades y adaptar el ritmo y nivel de la clase según corresponda. Los estudiantes también pueden aprovechar este formato para solicitar evaluaciones o aclaraciones de inmediato.

El modo de aprendizaje asincrónico puede no ofrecer la misma inmediatez, pero también tiene sus ventajas. Este tipo de formato es mejor para estudiantes que, por diversas razones, no pueden ajustarse a un horario regular y prefieren aprender a su propio ritmo. El plantel les proporciona materiales y pruebas que pueden estudiar y realizar dentro de un periodo acordado. La evaluación y recogida de retroalimentación se realiza periódicamente, ya sea a través de consultas presenciales programadas o por correspondencia.

Aprendizaje combinado vs. modelo de aula invertida

Aprendizaje combinado es un enfoque educativo que combina modos tradicionales y presenciales de enseñanza con el uso de medios digitales y en línea. Docentes y estudiantes siguen impartiendo las lecciones en el aula, pero al mismo tiempo hacen uso de herramientas educativas en línea, portales y materiales como artículos, videos, juegos y similares.5

El modelo de aula invertida comparte similitudes con el aprendizaje combinado, ya que también puede utilizar medios digitales y en línea. Pero, como su nombre indica, el modelo de aula invertida es único porque invierte la forma en que se imparten las lecciones. Normalmente, en un modelo de aula tradicional, los profesores explican el contenido durante la clase y los estudiantes aplican la información en sus deberes. En un aula invertida, los estudiantes deben estudiar el material en casa antes de llegar a clase, donde procesan lo aprendido con la orientación del docente. Los estudiantes demuestran cuánto han aprendido a través de actividades de aprendizaje activo como presentaciones y críticas entre compañeros.

Aula invertida: los estudiantes estudian el material del curso por su cuenta y sintetizan sus aprendizajes durante la clase mediante actividades de aprendizaje activo

Aprendizaje presencial vs. aprendizaje en línea

Otro término sencillo es aprendizaje presencial. En este formato, los estudiantes y su profesor o compañeros realizan sesiones presenciales cara a cara en el mismo lugar. Estas pueden ser en forma de clases magistrales, tutorías individuales o reuniones informales para discutir un proyecto grupal.

En los casos en que la enseñanza no puede ser presencial—ya sea por limitaciones geográficas o emergencias como desastres naturales o pandemias—las escuelas pueden optar por el aprendizaje en línea. Este modelo basado en la web, también llamado aprendizaje remoto, aprovecha tecnologías como videoconferencias y pizarras compartidas en línea para la instrucción en vivo.6

En los formatos pasivos de aprendizaje en línea, los estudiantes normalmente acceden y estudian módulos en el portal online de la escuela y luego realizan exámenes calificados al terminar. Para sesiones más activas, los estudiantes pueden explorar el material del curso y participar durante las sesiones en vivo con el profesor y sus compañeros, enviando el resto de los trabajos por correo electrónico o en el portal oficial de la escuela para ser calificados después.

Aprendizaje a distancia vs. aprendizaje híbrido

Aunque coincide con el aprendizaje en línea en algunos aspectos, la educación a distancia es en realidad mucho más amplia e incluso más antigua. La educación a distancia es cualquier modalidad en la que el estudiante y el profesor no están físicamente presentes en el mismo lugar durante las sesiones de aprendizaje. Puede llevarse a cabo por correspondencia, televisión educativa y, más recientemente, videoconferencia.

El aprendizaje híbrido, por su parte, es un enfoque educativo que cuenta tanto con una parte presencial como otra en línea. La mitad de los estudiantes debe estar físicamente en el aula con el profesor, mientras que el resto de la clase se conecta desde casa mediante videoconferencia. Se supone que la ventaja de este método es que permite a los docentes ampliar su aula a estudiantes y conferencistas invitados que se encuentran en otras ubicaciones.

Pero según los primeros testimonios de profesores que se adaptaron a este formato durante la pandemia, el aprendizaje híbrido presenta desafíos.7 Algunos docentes afirmaron que tener dos grupos de estudiantes dificultaba priorizar a quién atender primero. Hubo casos en los que los estudiantes remotos recibían más atención que los que asistían presencialmente. Otro reto, compartido también con la educación en línea, es la falta de tecnología disponible. No todas las escuelas están equipadas con el hardware y software necesario para implementar estas modalidades de aprendizaje.

El aprendizaje híbrido combina clases presenciales y en línea mediante videoconferencia

Adoptar modos de aprendizaje activo no siempre será una transición sencilla, pero mientras las escuelas tengan claro a qué modelos de aprendizaje quieren adaptar sus pedagogías y currículos actuales, les resultará más fácil seleccionar e invertir en el tipo de tecnología y capacitación que necesitan para formar egresados capaces con las habilidades necesarias del siglo XXI.

Para más detalles sobre los tipos de tecnología que las escuelas pueden utilizar en entornos de aprendizaje activo, puedes descargar nuestro manual, Aprendizaje activo en el aula del siglo XXI.

Referencias

  1. Ellis, R. y Goodyear, P., Students’ Experiences of E-Learning in Higher Education: The Ecology of Sustainable Innovation, Routledge, 2010.
  2. Laurillard, D., Teaching as a Design Science: Building Pedagogical Patterns for Learning and Technology, Routledge, 2012.
  3. Orlin, B., ‘When Memorization Gets in the Way of Learning’, The Atlantic, https://www.theatlantic.com/education/archive/2013/09/when-memorization-gets-in-the-way-of-learning/279425/, 10 de septiembre de 2013, última consulta 1 de diciembre de 2020.
  4. Schwab, K, ‘Skills Stability’, The Future of Jobs Report 2020, World Economic Forum, http://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs_2020.pdf, octubre de 2020, última consulta 1 de diciembre de 2020.
  5. Friesen, N., Defining Blended Learning, 2012.
  6. Means, B., et al., ‘Evaluation of Evidence-Based Practices in Online Learning: A Meta-Analysis and Review of Online Learning Studies’, US Department of Education Office of Planning, Evaluation, and Policy Department, Policy and Program Studies Service and the Center for Technology in Learning, septiembre de 2010.
  7. Kausch, K., ‘N.J. teachers pen scathing list of remote-learning problems after first week of school reopening’, NJ.com, https://www.nj.com/education/2020/09/nj-teachers-pen-scathing-list-of-remote-learning-problems-after-first-week-of-school-reopening.html, 8 de septiembre de 2020, última consulta 1 de diciembre de 2020.

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