En los últimos años, se ha dado un debate significativo sobre cuál es el mejor tipo de pantalla para las aulas: proyectores o pantallas planas interactivas. Algunas empresas de proyectores insisten en que los proyectores son mejores para las aulas por el tamaño de su imagen, mientras que los proveedores de pantallas planas interactivas argumentan que sus pizarras inteligentes son más avanzadas y fáciles de usar.

BenQ es único, ya que ha sido la marca más grande de proyectores DLP en las últimas dos décadas y ahora es la marca de pizarras inteligentes más premiada en Norteamérica. Analizaremos las ventajas de cada tipo de pantalla según diez criterios críticos para ayudarte a decidir si un proyector o una pantalla interactiva es lo mejor para tu aula.

Los proyectores tienen la ventaja de poder mostrar una pantalla de mayor tamaño simplemente alejando el proyector. Según la publicación de Epson “Display Size Matters”, se recomienda una pantalla de 100 pulgadas para visión analítica hasta 5 metros de distancia, basándose en una clase tipo de California en 2015. Pero para el aprendizaje interactivo, esto nunca ha sido práctico, y puede que por eso las ventas de proyectores interactivos a centros educativos hayan bajado mucho en los últimos años.

De acuerdo con Futuresource, menos del 2% de las pizarras digitales interactivas usadas con proyectores superaban las 90 pulgadas antes de 2020, mientras que aproximadamente el 75% de los paneles planos interactivos adquiridos en 2022 eran de 75” o más. Así que la mayoría de las pantallas usadas para la enseñanza interactiva están entre 65 y 90 pulgadas, ya sea con proyector o con IFP.

Los proyectores se miden en lúmenes y los paneles LCD se miden en “nits”. Según Futuresource, más del 80 % de los proyectores para aulas vendidos en Norteamérica tenían menos de 5000 lúmenes, mientras que casi todos los modelos de pizarras inteligentes tenían 350 nits o más. Dado que la luminosidad del proyector disminuye a medida que se aumenta el tamaño de la pantalla, ¿cómo se pueden comparar?

Tomamos dos proyectores educativos populares y utilizamos la calculadora estimada de luminosidad de Projector Central para determinar cuán brillante era cada modelo en una pantalla de 100” en “foot-lamberts”. Luego, comparamos estos valores con las especificaciones de luminosidad de dos modelos y tamaños diferentes de pizarras BenQ.

Así es como se compara cada uno.

Tanto los proyectores ultra-corta distancia de 5000 lúmenes como las pantallas interactivas ofrecen una luminosidad similar en las pantallas de aula de gran tamaño. En proyectores de menos de 5000 lúmenes, el tamaño de pantalla deberá reducirse para mantener una luminosidad equivalente a la de una pantalla tipo pizarra inteligente interactiva.

La principal desventaja de los proyectores frente a una pizarra inteligente interactiva con TV es que la luz brillante del aula reduce el contraste de la imagen proyectada, haciendo que sea más difícil de leer.

Las pizarras inteligentes modernas utilizan paneles LCD retroiluminados que no se degradan tanto en entornos luminosos. Los proyectores dependen de una iluminación ambiental baja para generar contraste, así que sin una pantalla costosa, la relación de contraste efectiva de un display interactivo es mayor que la de un proyector de aula en una habitación luminosa. Dado que el contraste es clave para optimizar la legibilidad, un display plano interactivo moderno muestra mejor textos y gráficos más fáciles de leer, ayudando a mantener la atención de los alumnos para que comprendan exactamente lo que el profesor quiere comunicar.

Una resolución baja también puede afectar la legibilidad en el aula. Entonces, ¿cómo se comparan los proyectores con pizarras inteligentes como la galardonada BenQ Board? La densidad de píxeles es una forma sencilla de analizar cómo la resolución puede influir en la legibilidad en el aula. Según Futuresource, más del 80 por ciento de los proyectores LCD vendidos al sector educativo tienen mucha menos resolución que la gran mayoría de pantallas interactivas vendidas durante el mismo periodo. ¿Por qué es esto importante?

Analicemos un típico teléfono inteligente y una tableta que la mayoría de profesores y estudiantes poseen. El actual iPhone 14 ofrece 460 píxeles por pulgada, mientras que el iPad Pro entrega 264 píxeles por pulgada. ¿Y una pantalla en el aula que todo el grupo puede ver? La pizarra inteligente BenQ Board de 75 pulgadas tipo TV, con resolución UHD, tiene aproximadamente 58 píxeles por pulgada. ¿Qué pasa con los proyectores? En 2022, alrededor del 80% de los proyectores vendidos a escuelas en Estados Unidos cuentan con menos de 1 millón de píxeles. Un proyector WXGA típico, en una pantalla de 100 pulgadas, muestra menos de 15 píxeles por pulgada. Si ese mismo proyector WXGA se usa en una pizarra interactiva de 75 pulgadas, sigue siendo menos de 20 píxeles por pulgada. La realidad es que, incluso 10 años después de la introducción de los primeros proyectores 4K, algunas de las marcas de proyectores más grandes que venden a escuelas no ofrecen ni siquiera un modelo UHD 4K asequible para el aula.

Los displays interactivos como la BenQ Board y la Promethean Titanium ofrecen casi cuatro veces la densidad de píxeles de un proyector WXGA para aula en una pantalla de 100”, creando una imagen mucho más detallada y de fácil lectura.

Las pantallas interactivas son fáciles de instalar y, una vez montadas, están listas para usar. Los proyectores interactivos son más complicados ya que requieren una pizarra interactiva o una superficie completamente plana para funcionar adecuadamente. Además, la imagen del proyector debe ajustarse y luego calibrarse para asegurar que la ubicación del lápiz sea correcta. Esto puede requerir tiempo adicional—y dinero.

Una pizarra inteligente para aulas como la serie BenQ Board RP viene con un sistema de cómputo integrado que incluye software de pizarra interactiva, almacenamiento local y la capacidad de conectarse fácilmente al almacenamiento en la nube del docente, permitiendo enseñar sin PC. La mayoría de los proyectores interactivos son dispositivos pasivos, que requieren el uso de una computadora independiente.

Las mejores pantallas para el aula en 2023 permiten que el profesor o el alumno escriban con los dedos directamente en la pantalla. Algunos modelos admiten hasta 40 puntos de contacto, facilitando que varios alumnos escriban simultáneamente.

En cambio, muchos proyectores interactivos cobran extra por la función táctil con los dedos, y los modelos más populares solo permiten seis puntos de contacto, lo que es una limitación importante para un aula moderna. Además, comparado con las mejores pantallas táctiles de unión cero, el tiempo de respuesta de un proyector interactivo es mucho menor.

La mayoría de los proyectores de aula incorporan altavoces, pero suelen tener menos potencia en comparación con los de una pizarra inteligente típica. Por ejemplo, el proyector de tiro corto Epson LS630U tiene un altavoz mono de 10 vatios, mientras que una BenQ Board de la serie RP incluye dos altavoces de 16 vatios más un subwoofer de 16 vatios, y cuenta con certificación Dolby Digital para precisión sonora.

Además de los altavoces, las mejores pantallas interactivas de aula incluyen micrófonos de matriz incorporados que pueden captar la voz del docente desde una distancia de hasta 4,5 metros. Estos micrófonos también pueden mezclar otras fuentes de audio reproducidas en la pantalla, como videos de YouTube junto con los comentarios del profesor.

Por naturaleza, una pantalla de proyector de 100 pulgadas está fija en la pared y no se puede mover. Una pantalla típica de 100 pulgadas con relación de aspecto 16:10 mide más de 1,37 metros de alto y puede llegar a medir hasta 1,5 metros si se utiliza con un modelo XGA antiguo. Esto puede dificultar que los niños lleguen a las partes superiores del proyector.

Por el contrario, una pantalla interactiva como la BenQ Board utiliza una relación de aspecto panorámica 16:9, lo que coloca el área de trabajo adicional a cada lado en vez de encima. También facilita que los alumnos puedan trabajar uno al lado del otro.

Otra ventaja de una pantalla interactiva es que las escuelas pueden montar la unidad en soportes ajustables en altura, que se pueden subir o bajar para adaptarse a la estatura del alumno o del profesor sin tener que recalibrar la pantalla.

En el año 2000, un aula estándar estaba diseñada para que el profesor y la pantalla estuvieran al frente. Sin embargo, las investigaciones muestran que invertir el aula puede lograr estudiantes más participativos y un aprendizaje mejorado. En el caso de un proyector montado en el techo con una pantalla de 100 pulgadas, es prácticamente imposible cambiar rápidamente de lugar una pantalla interactiva o reposicionarla en otra zona del aula.

Con una pizarra inteligente moderna tipo TV, las escuelas pueden colocar la pantalla sobre soportes portátiles, lo que permite mover la TV donde se necesite en cualquier momento. El costo de estos soportes es bastante accesible, con modelos de calidad a la venta por menos de $500 en compras individuales, y aún menos en compras al por mayor.

Si bien algunos proyectores interactivos pueden habilitar funciones interactivas limitadas sin un PC, la mayoría de los proyectores de aula no incluyen herramientas educativas adicionales. Los mejores displays interactivos vienen con software avanzado de pizarra que permite la colaboración remota directamente desde la pantalla.

Las mejores pantallas interactivas permiten al docente importar lecciones interactivas creadas por otros profesores en formato de archivo IWB, estándar de la industria. Esto facilita guardar y compartir las mejores clases entre docentes sin preocuparse por el software que están usando. Este tipo de capacidad no la ofrece un proyector independiente.

Las pizarras más vendidas de marcas como BenQ y Newline permiten al profesorado conectarse al instante a su red y a los discos en la nube para acceder a lecciones y contenidos multimedia con un solo toque. Aunque esta función ya está disponible en los últimos proyectores inteligentes que funcionan con sistemas operativos Windows o Android, no está disponible en los proyectores interactivos LCD tradicionales de marcas clásicas.

Una gran diferencia es que una pantalla interactiva para aulas como el BenQ Board incluye software de captura de clases que puede grabar instantáneamente la voz del profesor, registrar la pantalla e incluir audio de otras fuentes como YouTube en un solo archivo que puede compartirse con los alumnos después. Actualmente, ningún proyector ofrece esta capacidad.

Prácticamente todos los smartphones hoy en día, y las mejores pantallas LCD cuentan con un modo de luz azul baja para proteger tus ojos de una exposición excesiva.

Debido a su elevado nivel de luminosidad y al tiempo de uso por parte de profesores y estudiantes, muchas de las pantallas escolares actuales cuentan con la certificación de filtros de luz azul baja EyeSafe certified para proteger a los estudiantes de una exposición excesiva. Actualmente, esta función no está disponible en la mayoría de los proyectores interactivos populares.

Actualmente, tanto BenQ Board como Samsung Flip ofrecen pantallas para las escuelas con recubrimientos antimicrobianos que ayudan a proteger a profesores y alumnos del contagio de gérmenes al interactuar con las pizarras. Las pizarras BenQ también cuentan con recubrimiento antimicrobiano en los controles remotos y las plumas para limitar la propagación de bacterias cuando la pantalla se comparte.

Si bien las pantallas interactivas y los mejores proyectores láser para aulas son completamente a prueba de polvo, casi todos los modelos populares de proyectores con tecnología LCD requieren limpieza regular de filtros. Si no se limpian, el proyector puede sobrecalentarse, quemar el foco y anular la garantía del equipo. Los costos de mano de obra y tiempo asociados a la limpieza de filtros de proyectores son reconocidos por COSN como un coste recurrente identificable usando el modelo TCO de Gartner.

Si bien el costo inicial de un proyector LCD de baja resolución con lámpara de mercurio sigue siendo inferior a $1000, el costo de un proyector láser interactivo es similar al de una pizarra inteligente BenQ. Aquí tienes una comparación de precios entre proyectores interactivos populares para el aula y pizarras inteligentes tipo smart board según datos de sitios web en noviembre de 2022.

Muchas escuelas han aprendido por experiencia propia que los proyectores antiguos de bajo costo pueden implicar un coste total de propiedad más alto de lo esperado. Según Futuresource, en 2010 había más de una docena de marcas vendiendo proyectores LCD con lámpara para escuelas, y hoy solo quedan cuatro. Los proyectores láser BenQ son una alternativa sólida y sin mantenimiento a estos modelos más antiguos, ya que no corren el riesgo de amarillear ni requieren limpieza frecuente de filtros.

Las pantallas planas interactivas ofrecen varias ventajas frente a los proyectores, incluyendo mejor ergonomía en el aula, características avanzadas de seguridad y mayor resolución. Ambas opciones pueden producir imágenes brillantes, y los proyectores pueden generar imágenes ligeramente más grandes en comparación con las pantallas interactivas más grandes de 98”. Sin embargo, para muchas escuelas, el coste de un proyector y una pantalla interactiva es similar si se incluyen los gastos adicionales de soportes, pantallas y mantenimiento de filtros en modelos LCD.

La forma más sencilla de comparar ambos tipos de pantallas es evaluarlas según cómo planeen utilizarlas los docentes. Para clases básicas en pantalla dividida con el profesor al frente, tanto proyectores como pantallas interactivas son muy efectivos. Pero si quieres invertir el modelo tradicional o que los profesores se muevan entre distintas ubicaciones, las pantallas interactivas suelen ser la mejor opción, especialmente si piensas grabar las clases para que los alumnos las repasen posteriormente.