El catalizador inicial de mi introducción a las cámaras fue simplemente "gustarme" o más bien "amarlas". Cuando era joven, estudiar en el extranjero me expuso a una vida diferente, lo que me impulsó a coger una cámara para capturar a la gente, el paisaje y los momentos cotidianos que me rodeaban. Poco a poco, se convirtió en una herramienta importante para expresar mis pensamientos y emociones. Tras años de aprendizaje y uso, las cámaras se han convertido en parte integrante de mi vida.

Hoy en día, la industria fotográfica está cada vez más entrelazada con la vida cotidiana de las personas. Esto significa que cada vez es más fácil para la gente corriente acceder a equipos fotográficos y participar en actividades fotográficas. Cambios significativos como la evolución de las redes sociales, la mayor inteligencia y portabilidad de los distintos dispositivos fotográficos y la evolución de los métodos de distribución de imágenes han contribuido a estas transformaciones. Además, el desarrollo de la IA (Inteligencia Artificial) está influyendo directamente en la industria fotográfica actual.

Las oportunidades de empleo en el sector de la fotografía son muy diversas. Además de ser fotógrafos o creadores artísticos, también se puede trabajar como editor fotográfico, planificador de películas y medios, colorista y postproductor. Por lo tanto, las perspectivas de empleo en la industria fotográfica son amplias, lo que la hace relativamente accesible para estudiantes de diversos orígenes.

Una buena obra fotográfica o una buena obra de arte, en mi opinión, es fundamentalmente aquella que incita al espectador a "reflexionar", siendo el elemento clave la "empatía". Se trata de si el espectador puede empatizar con la fotografía, y si la imagen le permite conectar con la perspectiva del fotógrafo. ¿Estamos capturando imágenes para satisfacer nuestro propio deseo de ver el mundo, o estamos utilizando nuestro trabajo para cambiar la forma en que los demás perciben el mundo? Este es un ámbito importante de consideración.

Así pues, definir una buena obra implica tanto aspectos técnicos como conceptuales de la creación. Estos aspectos determinan la calidad de la obra. Más allá de éstos, ¿qué los supera? Yo diría que es el "impacto emocional". ¿Qué significa impacto emocional? Es una especie de respuesta intuitiva al mundo, madurada a través de pensamientos y amplias habilidades técnicas. Esta respuesta intuitiva influye directamente en el espectador y fomenta la empatía con la obra de arte. Para mí, esto es lo que hace que una fotografía sea realmente buena.

Hay dos consejos. Pasé de aficionado a la fotografía a fotógrafo profesional. En este proceso, dos puntos fueron cruciales. Cuando tenía 20 años y acababa de iniciarme en la fotografía, le enseñé mis fotos inmaduras a una antigua vecina, artista. Me dijo: "Si de verdad amas el arte, debes perseverar". Esto se convirtió en un lema importante para mí: "Perseverancia". Desde aquel día hasta ahora, he perseverado durante casi 30 años. Otro consejo es "valentía". En este proceso de crecimiento, hay que tener el valor de autocriticarse. No temas los contratiempos, las críticas o las sugerencias de los demás. Esfuérzate siempre por salir de tu zona de confort.