“Nuestra academia se especializa en lograr que los estudiantes ingresen a la universidad y los prepara para la educación superior”, dice Kwak Jeong-yul, fundador de la Academia Jeong-yul.

Con sede en Bucheon, Corea del Sur, la Academia Jeong-yul es un centro educativo enfocado en ayudar a estudiantes de secundaria y preparatoria a obtener altas calificaciones en los exámenes de ingreso a la universidad y superar sus entrevistas de admisión. En línea con esto, la academia procura crear un ambiente de aprendizaje seguro y amigable donde los estudiantes puedan repasar y recargar energías. El espacio cuenta con su propia biblioteca, una sala de descanso para alumnos y una tienda de conveniencia completamente equipada, asegurando que los estudiantes tengan todo lo que necesitan en un solo lugar.

En 2020, la academia logró enviar un número récord de estudiantes de Bucheon a varias universidades de su elección.

“Debido a la pandemia, algunos estudiantes no pudieron asistir a la academia”, explica Kwak. Normalmente, los estudiantes habrían podido acudir en persona a sus clases programadas. Podían entrar en el aula y recibir mentoría del equipo docente. Pero como parte de las medidas de seguridad frente al COVID-19, la Academia Jeong-yul tuvo que cambiar la forma de realizar las sesiones de aprendizaje. 

Durante ese periodo, dependieron mucho de la videoconferencia. Los profesores organizaban llamadas con sus estudiantes y compartían diapositivas o utilizaban una cámara web mientras escribían en la pizarra. 

“Experimentamos muchas molestias usando este formato… La calidad de las clases no era suficiente”, dice. Al compartir presentaciones de diapositivas en videollamadas, los profesores no podían resaltar objetos ni textos para enfatizar datos específicos. Y cuando utilizaban la pizarra, a algunos alumnos les resultaba difícil ver o copiar lo que se escribía.

Al buscar soluciones edtech viables, el personal de Jeong-yul necesitaba algo que les permitiera usar su plataforma de videoconferencias favorita, compartir materiales didácticos en tiempo real y realizar anotaciones claras que todos los estudiantes pudieran ver. Por eso optaron por la BenQ Board Pro, en particular las pantallas interactivas RP8602 y RP6502 para educación. Combinaron sus pantallas con las PCs integradas de BenQ, lo que les permitió utilizar el software prescrito por la escuela, incluyendo Zoom para las clases remotas.

“Las BenQ Boards crean un entorno de aprendizaje favorable”, comenta Kwak, subrayando cómo los displays interactivos RP02 van más allá de permitir a los docentes impartir clases en línea, presentar y anotar. Los displays incluyen la pizarra EZWrite, que integra herramientas docentes intuitivas y funciones colaborativas pensadas para sesiones de aprendizaje activas y atractivas. También funcionan con la solución inalámbrica de duplicación de pantalla InstaShare, que facilita a los maestros compartir el contenido de la clase en la pantalla desde sus portátiles y dispositivos móviles. Y como el RP02 tiene grabación de pantalla y voz incorporada, los instructores pueden grabar fácilmente sus clases y compartirlas con los alumnos como material de repaso.

“Las funciones de ClassroomCare también destacan, ya que nos ayudan a crear un entorno de aprendizaje saludable”, añade, destacando la importancia de la salud de estudiantes y docentes en la academia.

Seo Chung-hee, profesor en la Academia Jeong-yul, dice que ha habido una diferencia significativa después de adoptar los BenQ Boards. Por un lado, ha hecho la enseñanza más conveniente. Seo señala cómo los lectores NFC en las pizarras RP02 les permiten acceder a sus archivos de clase al instante con solo acercar sus tarjetas NFC personales.  

“Uso mucho la función de pantalla dividida”, comenta. “Normalmente pongo un simulacro de examen a la izquierda y después explico las soluciones en la pizarra EZWrite a la derecha.” Como las dos aplicaciones están en la misma pantalla, no tiene que estar cambiando de ventana. Otros profesores usan la función Duo Windows de la pizarra de la misma manera, abren recursos educativos en un lado de la pantalla mientras usan la pizarra o aplicaciones en el otro. 

Seo también menciona que él y otros profesores usan frecuentemente InstaShare para compartir pantalla de manera inalámbrica: “Es mucho más fácil que usar copias impresas o un proyector.”

La retroalimentación de los estudiantes es también similar. Seo observa cómo el uso del BenQ Board es algo natural para ellos: “Lo que me sorprendió fue que los estudiantes casi no se sintieron incómodos usándolo... Les resulta fácil porque se parece a usar sus teléfonos inteligentes.” Es esta familiaridad, dice Seo, la que ha contribuido a que sus alumnos participen más activamente en las sesiones de clase. 

“Seguiremos utilizando las funciones de los BenQ Boards en nuestras clases en Jeong-yul”, comenta Seo. “Esperamos que esto ayude aún más a nuestros alumnos a destacar en sus estudios.”